16 de julio de 2013

¡ATENCIÓN! ESTAMOS EN VERANO

Interesante artículo publicado en www.corricolari.es, relativo a los entrenamientos en verano. Muy interesante, sobre todo para nosotros, que nos tenemos que entrenar con este tiempo tan caluroso del que "gozamos" en esta zona nuestra.
El verano es época de vacaciones, de salir un poco de la rutina, de cambiar de actividad deportiva o alternar, de invertir los escenarios. Ahora tenemos más cerca la playa y la montaña y como siempre, toda precaución es poca.
Todas las estaciones del año tienen sus ventajas y sus inconvenientes, y al verano hay que prestarle una especial atención. El objetivo es el mismo de todo el año: entrenar, pasarlo bien y evitar accidentes y lesiones.
Para ello hay que seguir unas recomendaciones básicas que nos llevarán a completar una buena práctica deportiva.
Hidratación
Cuando se acerca el calor, el fuerte calor y el sudor se apoderan de todo nuestro cuerpo; nos hacemos muchas preguntas, y la palabra mágica es hidratación. A veces no sabemos qué es mejor, si beber mucho o poco. Es difícil conocer cuál es el término medio, pero para ello hay una norma básica que consiste en tomar 200 cl cada 20 minutos, aunque para un corredor o montañero con experiencia la norma básica es mucho más sencilla, y consiste en beber a pequeños sorbos y con cierta frecuencia. Y entonces aparece la siguiente pregunta: ¿agua o isotónico? Para ello debemos valorar la distancia y el tiempo que estamos realizando. Para una distancia larga o superior a una hora nuestro cuerpo empieza a sufrir un desequilibrio importante entre la pérdida de agua y las sales minerales.
Lo que sabemos es que siempre que sudamos estamos perdiendo una parte importante de minerales necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, tales como potasio, zinc, cloro, magnesio, etc. Es muy importante alternar agua con minerales, de esta forma conseguiremos una buena hidratación y a la vez no aborrecer la cantidad de sabores y olores que nos ofrecen los fabricantes de estos productos. El mercado presenta una amplia oferta de iso­tónicos, los cuales suelen estar compues­tos en un 90% de agua y en un 10% de sa­les minerales, además de hidratos y vita­minas. Muchas personas son reacias a utilizar bebidas con tantos colores y etiquetas muy complejas, y entonces deciden prepararlas ellos mismos. Una receta muy sim­ple y muy eficaz consiste en lo siguiente:
1 litro de agua mineral
2 cucharadas de azúcar
1/2 cucharada pequeña de sal
1 cítrico (naranja, limón, pomelo, etc.)
Importantísimas son la hidratación previa y la posterior. Ambas nos ayudarán durante el ejercicio y nos facilitarán una recuperación más rápida del esfuerzo realizado, además de evitar lesiones.
¿Y de dónde saco el agua?
Para una mayor seguridad, es preferible llevar agua mineral desde casa. Si conocemos las fuentes a lo largo de nuestra ruta será un dato importante. Llevar pastillas potabilizadoras cuando las travesías son largas y desconocemos la existencia de fuentes es una opción muy interesante y tranquilizadora. Las encontraremos en farmacias y en algunas tiendas de montaña.
¿Y cómo la transporto?
Generalmente se usan riñoneras con bi­dones tipo ciclista de unos 500 o 750 cl. Existe variedad en el mercado, desde por­tabidones dobles a cinturones con 4 o 6 botellas de 100 cl cada una. También hay mochilas con depósitos de 1 y 2 litros, muy cómodos y muy eficaces, ya que la bo­quilla está muy a mano y no dificulta en absoluto ni distrae al corredor.
Ropa
A mucha gente en verano le gusta correr con el torso al descubierto o con pequeños top. Aunque es una mala práctica, no hay que olvidar ponerse un alto protector solar, o estaremos cometiendo una locura. En la playa, gracias a la brisa, el efecto de calor es menor, aunque engañoso. El aire ventila y tenemos la sensación de tiempo agradable, pero la realidad es bien distinta y la exposición al sol es la misma que unos metros tierra adentro. En la montaña, a medida que vamos subiendo, las radiaciones solares aumentan. En ambos escenarios es fundamental salir a correr con una buena protección y no olvidar nunca lo que dicen los médicos, y es que "la piel tiene memoria"; es decir, aunque a día de hoy no aprecies nada, en un futuro te puede pasar factura.
Las prendas para corredores o monta­ñeros están muy avanzadas, aunque es difícil elegir la ideal. Aquí la norma básica es la transpiración, garantizar la regulación de temperatura en nuestra piel e intentar mantenerla fresca. Las prendas de algodón suelen ser las más cómodas al tacto, pero con el inconveniente de acumular demasiado líquido en sus fibras. Actualmente todos los fabricantes de prendas deportivas utilizan tejidos exclusivos para elaborar las llamadas "prendas técnicas", que son poco voluminosas, poco pesadas, de rápido secado y además resistentes a la humedad. Estas, a través de sus fibras producen un efecto de ventilación y secado, evitando el sudor frío, sobre todo en las zonas de montaña. Debemos evitar prendas im­permeables que no transpiren, pues pro­ducirán un efecto sauna y todo el interior quedará empapado.
Otro material
No olvides nunca llevar el móvil cargado al máximo, ropa de repuesto para el final de la ruta o un posible cambio durante el recorrido. Mapas de la zona con un buen estudio previo. Si es posible GPS, conociendo su manejo. Documentación, dinero y decir en casa dónde vamos.
Lugares y zonas de entrenamiento
En esta época del año deberemos limitar las horas de entrenamiento, evitando las centrales, momento en que los rayos solares inciden de una forma más perpendicular. Muchos corredores aprovechan las playas y las dunas para conocer las sensaciones sobre la arena, comprobando la pesadez de la misma y valorando un poco más a los ultrafondistas que corren por el desierto. Otros muchos dedican  varios días de entrenamiento en la montaña, aprovechando largas rutas y conociendo paisajes de ensueño. Hoy día son muchos los que cambian camas de hotel por noches en saco de dormir, atravesando interesantes rutas en Pirineos, Sierra Nevada, Picos de Europa o cualquier zona montañosa de nuestra geografía. Otros mas atrevidos cambian la toalla por un dorsal y se inscriben en carreras internacionales, con opciones tan exoticas como correr alrededor del Mont Blanc cruzar el Tirol, atravesar los Dolomitas con  fuertes e impresionantes desniveles, subir y bajar por el Cañón del Colorado, saltar de isla en isla por el Caribe o cualquier cosa que pueda hacer olvidar las tensio­nes y el estrés de todo el año
Felices vacaciones a todos y no olvidéis que en septiembre debemos seguir huyendo de lo llano.

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